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La historia de Tigst Assefa: de correr «fuera de forma» por dinero a batir el récord mundial en la Maratón de Berlín

Tigst Assefa siempre corrió rápido. Por eso cuando mostró interés por el atletismo, le calzaron unas zapatillas con clavos y la animaron a probar con los 400 y 800 metros. En la más larga de esas pruebas no le fue mal: ganó una medalla continental como junior y hasta llegó a representar a su país en el Mundial Indoor y en los Juegos Olímpicos de 2016. Pero una lesión provocada justamente por el uso de ese calzado vital para las pistas de tartán la obligó a cambiar el rumbo en 2018 y, tras empezar a incursionar de a poco en las carreras de ruta, su entrenador Gemedu Dedefo se dio cuenta de que cuánto más extensa era la distancia, mejor rendía su pupila. Entonces comenzaron a apuntar al maratón y el domingo, en apenas su tercera participación en los 42,195 kilómetros, Assefa hizo historia a lo grande.

La etíope de 26 años se coronó en el Maratón de Berlín con un tiempo de 2 horas, 11 minutos y 53 segundos, defendió el título que había conquistado el año pasado e impactó al deporte mundial. Porque con esa marca, estableció un nuevo récord mundial, bajando en 2 minutos y 11 segundos -una enormidad para este tipo de pruebas- la que ostentaba desde octubre de 2019 la keniata Brigid Kosgei. Lo que hace aún más impresionante su victoria es la meteórica evolución que experimentó: en 18 meses mejoró su tiempo en más de 22 minutos. Extraordinario.

La carrera de Assefa tuvo dos extensos períodos de inactividad, que fueron clave para que la africana llegara a ser hoy la mujer más rápida de la historia de los maratones.

El primero se dio después de su pobre actuación en la cita olímpica de Río de Janeiro 2016, donde no pudo superar los heats de los 800 metros, hasta ese momento, su mejor prueba. En esa distancia se había colgado el bronce en el Campeonato Africano Junior de 2013 y había conseguido su mejor registro, 1m59s24, en la reunión de la Liga de Diamante 2014 en Lausana. Pero poco después de su participación en los Juegos brasileños, una lesión recurrente en el tendón de Aquiles, causada por el uso frecuente de clavos de competición, la forzó a alejarse de las pistas. Quizás ni ella se imaginaba que sería para siempre.

Pasó dos años sin competir y se replanteó su camino. Bajo las órdenes de Dedefo y guiada por el italiano Gianni Demadonna, un reconocido representantes de atletas, empezó a entrenar en las rutas de Addis Abeba junto a un grupo que incluía a Tamirat Tola, campeón mundial en maratón en 2022.

A fines de 2018 probó en los 10 kilómetros en una cita en Dubai y en octubre de 2019 tuvo su bautismo en medio maratón en Valencia, donde fue quinta. Sus marcas no era malas, pero tampoco invitaban a proyectar grandes éxitos. Entonces llegó la pandemia de coronavirus, que paralizó al mundo durante varios meses y la obligó a parar otra vez por dos temporadas.

En marzo de 2022, Assefa finalmente volvió a competir y tuvo su debut en un maratón. Fue en Riyadh, en una carrera a la que llegó fuera de forma -con 8 kilos de más- y con pocas chances de firmar una buena actuación, pero que decidió correr por una simple razón: necesitaba dinero para sobrevivir tras dos años de inactividad. Fue séptima con 2h34s01, un tiempo poco interesante, que igual no la desanimó.

Tigst está batiendo todos los registros en los entrenamientos, nunca vi a una mujer correr así”, le dijo Dedefo a Demadonna poco después de aquella primera experiencia en los 42,195 kilómetros. Y en septiembre, Assefa dio el primer golpe.

Se coronó en Berlín con un 2h15m37, la tercera mejor marca de la historia, y se convirtió en la primera mujer en bajar los 2m en 800 metros y las 2h20 en el maratón. “El objetivo era correr en menos de 2h19, no tan rápido”, afirmó Demadonna.

Lo mejor estaba aún por venir. Este domingo 24 de septiembre, Assefa volvió a subirse a lo más alto del podio en la capital alemana, tras una actuación histórica con la que destrozó el viejo récord mundial y se transformó en la nueva reina del maratón. Y se llevó un premio de 80 mil euros: 30 mil por su triunfo y otros 50 mil extra por haber establecido esa nueva e impresionante plusmarca.

Assefa estableció un nueva plusmarca mundial en apenas su tercer maratón. Foto EFE/EPA/Filip SingerAssefa estableció un nueva plusmarca mundial en apenas su tercer maratón. Foto EFE/EPA/Filip SingerAssefa completó todo el recorrido con el rostro serio y casi sin dar señales de cansancio. Y tras cruzar la meta, se persignó y esbozó una enorme sonrisa.

“Esto es el resultado del duro trabajo que hice en el último año”, declaró quien ahora apunta con todo a París 2024. “Creía que podía romper el récord, pero la verdad no con tanto margen”.

Su avasallador triunfo en Berlín es casi inexplicable. Tal vez la mejor manera de entenderlo es con una reflexión de Demadonna: “Quizás ella nunca fue una especialista en 800 metros, si no una corredora rápida en esa distancia. Y finalmente encontró su lugar”.

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